Una Estrella en Nuestro Cielo Futbolístico
El 9 de Junio de 1918 nace en Fajardo Puerto Rico, Don Enrique Quiñónez. Ya a la temprana edad de siete años practica el deporte del fútbol en Hato Rey, posiblemente en el único campo conocido para aquella época, el del Auxilio Mutuo Español. A sus tiernos quince años se traslada a Nueva York allá para el 1933 y a un mes de su llegada se integra en las filas del afamado club “Brooklyn Hispano” fungiendo como centro delantero abriendo asi camino en el fútbol profesional.
Enrique en 1938 pasa momentáneamente al Centro Galicia de Nueva York (posiblemente conocido como Brookhattan-Galicia). Al año siguiente retorna al Brooklyn Hispano en donde en 1941 fue campeón anotador con 33 goles de la American Soccer League (dato recopilados por Nenito Cantero, según otras fuentes el campeón de ese año fue su compañero de equipo Fabri Salcedo con 17 goles). En ese mismo año, el Hispano se midió en una serie de siete partidos al prestigioso onceno Español El Barcelona, triunfando este en cuatro ocasiones. Ya en para la temporada de 1942-1943, cuando Quiñones iba camino a otro cetro de goleo con 28 anotaciones (según otra fuente en 16 partidos anoto un total de 9 goles y 9 asistencias), cuando fue convocado al Ejército de Estados Unidos faltando dos meses de competencia, y su compañero Fabri Salcedo obtuvo entonces el galardón, con 30 (según otra fuente en 18 partidos anoto un total de 10 goles y 6 asistencias).
Durante la década del cuarenta el club de Brooklyn Hispano era una verdadera potencia en el fútbol. Destacándose como campeones de American Soccer League (ASL) para temporada 1942-1943 además de ganar el US Open Cup en 1943 y 1944, el Lewis Cup en 1946. También participaron en juegos invitacionales con el Atlante FC de Méjico en 1940 perdiendo 6 a 2. Como combinado de estrellas de ASL participaron también en un sin número de otros encuentros.
Se desprende de nuestra investigación que durante el primer juego de la final para el US Open Cup de 1943 el cual el Brooklyn Hispano queda empatado 2 a 2 con el Morgan Strasser el marcador se abrió con el primer tanto a favor de los Hispanos gracias a la cortesía de un toque en corto de nuestro Enrique que vence al portero Albert Dayor y el cual Salcedo capitaliza para gol.
Mientras Quiñónez portaba su uniforme militar durante la segunda guerra mundial en 1943 contribuyo a lo que pudiésemos denominar una paliza a su similar francés de 6 a 2. Durante su forzosa estadía en Europa el futbolista boricua continuo destacándose en partidos amistosos entre selecciones militares, hasta que en 1944, ya ubicado en Nápoles, Italia, fue reclutado por el Juventus, participando en un juego contra el Bologna, aunque una lesión de tobillo impidió que viera acción en un choque contra el Bilbao en Milán, una vez finalizada la guerra.
Terminada su estadía en Europa, regresó en 1946 a Estados Unidos, reintegrándose al Brooklyn Hispano, y ese mismo año fue parte de la selección ASL que cayó 5 a 0 el 5/19/46 y 10 a 1 6/11/46 en un choque de exhibición ante el afamado club inglés Liverpool. A finales de ese año, en un desafío contra Puentes Grandes de Cuba el 9/15/46, se fracturó una pierna y regresó a la Isla, donde ocasionalmente jugó luego a nivel local con el conjunto de Hato Rey.
En algún momento aun no determinado Enrique retorna a Nueva York para luego partir del mundo de los vivos en diciembre de 1976.
Enrique en 1938 pasa momentáneamente al Centro Galicia de Nueva York (posiblemente conocido como Brookhattan-Galicia). Al año siguiente retorna al Brooklyn Hispano en donde en 1941 fue campeón anotador con 33 goles de la American Soccer League (dato recopilados por Nenito Cantero, según otras fuentes el campeón de ese año fue su compañero de equipo Fabri Salcedo con 17 goles). En ese mismo año, el Hispano se midió en una serie de siete partidos al prestigioso onceno Español El Barcelona, triunfando este en cuatro ocasiones. Ya en para la temporada de 1942-1943, cuando Quiñones iba camino a otro cetro de goleo con 28 anotaciones (según otra fuente en 16 partidos anoto un total de 9 goles y 9 asistencias), cuando fue convocado al Ejército de Estados Unidos faltando dos meses de competencia, y su compañero Fabri Salcedo obtuvo entonces el galardón, con 30 (según otra fuente en 18 partidos anoto un total de 10 goles y 6 asistencias).
Durante la década del cuarenta el club de Brooklyn Hispano era una verdadera potencia en el fútbol. Destacándose como campeones de American Soccer League (ASL) para temporada 1942-1943 además de ganar el US Open Cup en 1943 y 1944, el Lewis Cup en 1946. También participaron en juegos invitacionales con el Atlante FC de Méjico en 1940 perdiendo 6 a 2. Como combinado de estrellas de ASL participaron también en un sin número de otros encuentros.
Se desprende de nuestra investigación que durante el primer juego de la final para el US Open Cup de 1943 el cual el Brooklyn Hispano queda empatado 2 a 2 con el Morgan Strasser el marcador se abrió con el primer tanto a favor de los Hispanos gracias a la cortesía de un toque en corto de nuestro Enrique que vence al portero Albert Dayor y el cual Salcedo capitaliza para gol.
Mientras Quiñónez portaba su uniforme militar durante la segunda guerra mundial en 1943 contribuyo a lo que pudiésemos denominar una paliza a su similar francés de 6 a 2. Durante su forzosa estadía en Europa el futbolista boricua continuo destacándose en partidos amistosos entre selecciones militares, hasta que en 1944, ya ubicado en Nápoles, Italia, fue reclutado por el Juventus, participando en un juego contra el Bologna, aunque una lesión de tobillo impidió que viera acción en un choque contra el Bilbao en Milán, una vez finalizada la guerra.
Terminada su estadía en Europa, regresó en 1946 a Estados Unidos, reintegrándose al Brooklyn Hispano, y ese mismo año fue parte de la selección ASL que cayó 5 a 0 el 5/19/46 y 10 a 1 6/11/46 en un choque de exhibición ante el afamado club inglés Liverpool. A finales de ese año, en un desafío contra Puentes Grandes de Cuba el 9/15/46, se fracturó una pierna y regresó a la Isla, donde ocasionalmente jugó luego a nivel local con el conjunto de Hato Rey.
En algún momento aun no determinado Enrique retorna a Nueva York para luego partir del mundo de los vivos en diciembre de 1976.
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Esta información fue recopilada gracias a la cortesía de:
La Federación Puertorriqueña de Fútbol
La American Soccer History Archive y la National Soccer Hall of Fame
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